EL VIAJE PARTE 2 (No existe el azar)
- Marina Sosa
- 26 jul 2017
- 3 Min. de lectura

Haz tu parte pero no trates de hacer la parte de Dios. La carga es demasiado pesada para llevar; y si no tienes cuidado, te vas a quebrar bajo su peso. Joyce Meyer
El viaje parte 2 corresponde a la parte de Dios en mi viaje, es decir actividades incluidas en un programa no organizado por Marina. Son ese tipo de acontecimientos que el ser humano denomina inexplicables, cosas de la vida o parte del azar.
Sin embargo antes de realizar el viaje había estado meditando mucho en la siguiente frase: ''Cualquier vivencia es una experiencia espiritual si vivimos con Dios'', esta frase la recibí en una conferencia acerca del Espíritu Santo y sin duda había creado mucho eco en mi.
Esto para mi significa que cualquier acontecimiento para los hijos de Dios tiene un ¿porqué? y un ¿para qué? y en el cual Dios está sumamente detrás de todo.
Ahora bien, ya sea que lo que nos sucedió nos proporcionó una sensación de bienestar, dolor, tristeza, enojo o frustración, debemos preguntarle a Dios ¿Cuál es tu propósito en todo esto?, porque quiero decirte que aunque no lo veamos pronto o no tenga sentido, siempre lo hay. Sabemos que Dios obra en toda situación para el bien de los que le aman, los que han sido llamados por Dios de acuerdo a su propósito. Romanos 8:28.
Esta entrada es para aquellas personas que acaban de pasar o están atravesando un tiempo de dolor, de angustia, o de tristeza; en mi viaje yo experimente esas tres. Era un tiempo y un lugar en el cual nunca nos imaginamos que además de estar riendo, compartiendo, dando a Dios gracias por sus bendiciones, también íbamos a experimentar algo así.
Recuerdo como todo se fue dando y como eso tenía y a la vez no tenía sentido para nosotros desde el inicio hasta casi el final del viaje, pero algo que nos sostenía era recordar que teníamos a Dios cerca.
El sufrimiento es inevitable para el ser humano, podemos experimentarlo tanto personas buenas como personas asesinas, hijos de Dios o no hijos de Dios, pero para nosotros el tener a Jesucristo nos da acceso a aquel que se quedó aquí para confortarnos, para abrazarnos, para consolarnos y para decirle a Dios lo que nosotros por dolor o no tener la menor idea por donde empezar no tenemos la capacidad de expresarle.
Sin embargo: De igual manera, el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad. Porque no sabemos orar como es debido, pero el Espíritu mismo ruega a Dios por nosotros, con gemidos que no pueden expresarse con palabras. Y Dios, que examina los corazones, sabe qué es lo que el Espíritu quiere decir, porque el Espíritu ruega, conforme a la voluntad de Dios. Romanos 8:26.
El Espíritu Santo nos ayuda a sanar y recordar la promesa que aunque duela y sea difícil pero toda situación tiene un propósito de bien para los que aman a Dios.
Cada proceso es una enseñanza para nosotros y para las personas que nos rodean. Jesús al hacer milagros no sólo se glorificaba y beneficiaba la vida del que estaba sanando, sino que el acontecimiento creaba un impacto en las demás personas, para que ellos también pudieran ser parte de lo que los demás estaban recibiendo y conociendo.
Dios no es solo un Dios bueno y que tiene la obligación de darnos solo lo que nos conviene o queremos, sino que Dios es un Dios que nos enseña, nos lleva a crecer a través de diferentes acontecimientos, para beneficio de nuestra vida emocional y espiritual.
Pero nuestra actitud es fundamental, nosotros decidimos encerrarnos, lamentarnos y culpar a alguien todo el tiempo que nos resta o decidimos seguir confiando que a pesar de lo que pasó Dios estuvo, está y seguirá estando con nosotros.
Deja a Dios que haga la parte en ti que solo él puede hacer y confía que lo que haga y de la forma en la que lo haga es un propósito.
Termino con esto:
''Somos consoladores más eficaces cuando más hemos sufrido''. Charles Stanley
Compartamos a los demás lo que Dios ha hecho con nosotros porque y quien sabe, el o un conocido suyo esté pasando por algo similar y pueda encontrar a través de nuestra experiencia refugio y confianza en Dios.
''La vida no es fácil de llevar, un sin fin de cosas no nos salen bien, pero sin duda alguna todo es mucho más difícil sin Dios''.
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