Un tipo de Amor
- Marina Sosa
- 8 feb 2017
- 5 Min. de lectura

Todos sabemos que el amor lo celebramos y disfrutamos todos los días, así como también cualquier momento es el apropiado para sorprendernos con algún detalle como obsequio. Sin embargo me uno a la celebración de este mes y a escribir específicamente del amor.
Al pensar en escribir esta entrada, quería que pudieran disfrutarla tanto personas que actualmente son correspondidas en el amor, personas que no se sienten amadas, y las que también actualmente sus corazones están siendo reparados. Ya que como lo mencione anteriormente, este mes tiende a mover muchas emociones a cada persona en las situaciones que ya describí y en cada una de ellas el amor es la pieza clave.
Creo que si alguien se tomara el tiempo de preguntar ¿en qué consiste el amor? a cada persona que se encuentre, estoy segura que todos pudiéramos dar una respuesta sin vacilar mucho.
Algunos pudiéramos citar frases muy famosas de grandes escritores, mencionar diálogos de películas de drama o romanticismo, algunas letras de canciones, o historias de amor que sucedieron en nuestra familia, amigos y por sobre todo experiencias propias.
Sin embargo, como este mes todos esperamos ''algo'' y el cual el amor tiene mucho o el principal protagonismo, quiero iniciar escribiendo un poco acerca de un máximo amor. Ese que aunque no lo crean es el menos correspondido y valorado. Sí, existe y No, no es ninguno o ninguna de ustedes.
Este intenso pero no valorado amor, no es que no sea correspondido porque es un amor difícil, toxico o imposible de encontrar, sino creo más bien que no logramos comprender la magnitud de tan inexplicable pero maravilloso amor.
El amor es un sentimiento que no tiene principio ni fin, tal cual Dios? De hecho Dios es el autor del amor y surge como una máxima expresión de su naturaleza. Todos nacimos siendo amados y no me refiero precisamente al amor entre nuestros padres en el momento de pensar en concebirnos, porque de hecho, en algunos casos ni siquiera fueron nacimientos deseados por sus progenitores.
Sin embargo con todo eso, la maravillosa noticia es que nacimos siendo amados por un amor inagotable, inexplicable y un amor sin medida, es por esa razón que en nosotros existe una naturaleza de amor.
Nacimos también con un corazón, el cual no solamente lo tenemos porque se encarga del control del funcionamiento adecuado de nuestro cuerpo, sino que fue creado porque en él se alojan esos sentimientos de querer amar y de sentirse amado.
El corazón es lo más importante de cada uno de nosotros y es lo que a Dios más le interesa, porque ahí se encuentran también nuestros sentimientos y decisiones respecto a Él sean estos buenos o malos, de forma general debemos tener presente que son desarrollados por decisiones.
Es por esa razón que Proverbios 4:23 dice: Sobre todas las cosas cuida tu corazón, porque esté determina el rumbo de tu vida.
Ahora abordemos un poco más el tema con relación al amor entre pareja. Amar es una decisión, la cual tomamos en nuestro corazón pero también es importante hacerlo con la mente, con una mente bastante fría o sobria. Con esto me refiero a que es importante que tengamos presente todo lo que la otra persona es y puede darnos en todos los sentidos.
Puedo recomendarte en hacer un tipo de perfil y tratar de no considerar mucho ''lo que yo quiero o espero'', porque ¿Desde cuándo estamos realmente seguros de lo que esperamos o queremos?, sin embargo es muy diferente comprender lo que necesitamos.
Por ejemplo, si tú eres una chica que no consume alcohol, ni siquiera de forma ''social'' sabes muy bien que no necesitas a un chico que le encante ''tomar alcohol socialmente cada fin de semana''. Y así puedo continuar con temas en cuanto a religión, proyectos de vida, valores y otros.
Puedo asegurarte que tener presente a quién necesitas en tu corazón y en tu vida te ahorrará muchas malas decisiones, tristezas, decepciones o una vez más lidiar con un corazón roto.
Cuando tenemos a la persona que necesitamos a nuestro lado, nos damos cuenta que es un tipo de amor que nos ayuda en muchas cosas de las que hemos venido necesitando, por ejemplo: a superar temores, a proporcionarnos seguridad, estabilidad, confianza en nosotros mismos y los demás, nos da un sentimiento de paz, nos sentimos felices a su lado, nos permite ser la persona que realmente somos sin presunciones o esfuerzos, es una persona que cree en nuestros sueños, que nos ayuda a construirlos y que finalmente en este tiempo nos permite identificar si saca lo mejor de nosotros.
El amor es paciente y bondadoso. El amor no es celoso, ni fanfarrón, ni orgulloso, ni ofensivo. No exige que las cosas se hagan a su manera. No se irrita ni lleva un registro de las ofensas recibidas. No se alegra de la injusticia, sino que se alegra cuando la verdad triunfa. El amor nunca se da por vencido, jamás pierde la fe, siempre tiene esperanzas y se mantiene firme en toda circunstancia. 1 Corintios 13: 4 – 7.
Creo que todos hemos soñado con un tipo de amor, ese que nos quita el aliento cuando estamos con esa persona que amamos, el que nos hace reír a carcajadas, el que nos hace actuar como niños algunas veces, el que se vuelve nuestro pañuelo y sin decir nada hasta que saquemos todo lo que nos tiene triste.
Con el que algunas veces también tenemos esos días en los que no queremos hacer nada y solo estar en silencio en sus brazos. Sin embargo ese tipo de amor también traerá malos ratos, enojos, preocupaciones, tristezas, problemas financieros, familiares, profesionales y otros. Pero de la misma forma en la que ambos estuvieron en los momentos buenos, ambos también tienen que sobrellevar cada una de esas situaciones. No salir corriendo, no dejar la carga solo a una persona, no culpar a nadie, no desatenderse y definitivamente no jalar cada quien por su cuenta.
Siempre la mejor opción será trabajar en equipo, con paciencia, con amor, con sabiduría y con paz. Es mejor ser dos que uno, porque ambos pueden ayudarse mutuamente a lograr el éxito. Si uno cae, el otro puede darle la mano y ayudarle; pero el que cae y está solo, ese sí que está en problemas. Eclesiastés 4: 9 – 10.
Espero algo de esto pueda estar presente en aquellos que actualmente ya disfrutan del amor con esa persona que los complementa, y para aquellos que están siendo reparados, quiero decirles que hay una próxima vez, solo que en esta vez procura que Dios sea parte del equipo y que tu corazón esté en sintonía con él, de manera que puedas tomar decisiones sabias en cada situación.
Alguien que esta solo puede ser atacado y vencido, pero si son dos, se ponen de espalda con espalda y vencen; mejor todavía si son tres (Dios), porque una cuerda triple no se corta fácilmente. Eclesiastés 4:12.
Te amo, le dije, nunca amé a nadie como te amo a ti .... Mentí ...
La verdad fue que nunca había amado a nadie. Todo nació allí, con nosotros dos. Gabriel García Márquez.
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